Mediante un trabajo realizado por personal de la Secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura, se realizó una intervención en las juntas de articulación, dilatación y la junta central del puente Méndez Casariego, una de las grandes postales de Gualeguaychú.

Se trata de los chapones que tiene el Puente Naranja, que presentaban un alto grado de deterioro, por lo cual se realizó este trabajo preventivo para hacer de uno de los pasos más transitados de la ciudad, un lugar más seguro para el tráfico vehicular.

Lo cierto es que los viejos chapones fueron reemplazados por nuevas estructuras construidas con un material mucho más grueso, con mayor espesor y más resistencia. Los mismos fueron cortados con plasma y reforzados con planchuelas de 4 pulgadas.

“Estas juntas fueron cambiadas porque estaban en muy mal estado, además de que estaban picadas y deterioradas. En muchos casos, las estructuras no apoyaban en ningún lado y estaban en el aire, por eso cambiamos todas”, sostuvo el intendente Mauricio Davico, quien estuvo presente durante los trabajos para interiorizarse sobre los cambios que se realizaron.

Uno de los puntos a tener en cuenta es que los trabajos para el reemplazo de las juntas de dilatación, articulación y la junta central se realizaron entre las 23 horas y las 6 de la mañana para no entorpecer el tráfico vehicular en el paso más directo entre Gualeguaychú con el Parque Unzué y Pueblo Belgrano.

Además, los trabajos se realizaron en dos jornadas, durante las cuales se intervinieron medias calzadas diferentes para que el paso de vehículos no quede cortado de manera completa.

“Estos son trabajos de seguridad para quienes transitan todos los días este puente. Son tareas que no se ven, pero que igualmente son importantes para la ciudad y el cuidado de nuestros ciudadanos. Esta vez, el Orden y la Gestión estuvieron aplicados en nuestro querido Puente Naranja, un emblema de nuestra ciudad”, concluyó el intendente Davico.