En un emotivo acto de reconocimiento a la dedicación y el espíritu solidario de Javier Benítez, el presidente municipal, Mauricio Davico junto a la viceintendenta, Dra. Julieta Carrazza, y familiares del homenajeado, descubrieron la placa y cartelería que nombra al espacio público del Barrio Vicoer de Rioja.

Además, estuvieron presentes concejales, funcionarios del gobierno local y provincial, vecinos y amigos de la familia Benítez.

En su alocución, el intendente Davico destacó el valioso aporte, no solo al barrio, sino a la comunidad entera, que hizo en vida “Conejo” Benítez, tanto en el ámbito deportivo como en su interés por el bienestar de todos los vecinos. Recordó diversas acciones, su dedicación al gestionar mejoras para la zona y su paso por clubes de la ciudad.

Por su parte, Lázaro Benítez, hijo de Javier, tomó la palabra para agradecer el gesto del gobierno de Davico de apoyar la iniciativa y a los concejales por darle curso a la solicitud oportunamente presentada por la Comisión Vecinal. Visiblemente emocionado, recordó acciones de su padre por el barrio, por el deporte y su preocupación por el prójimo.

Por otro lado, la concejal María José Carro (Juntos por Entre Ríos), también destacó la valía de Benítez para los gualeguaychuenses, para los diversos espacios y lo apreciado que era por todos los que lo conocían.

Vale recordar que el Honorable Concejo Deliberante de Gualeguaychú, mediante la Ordenanza Nº12884/2024, había designado al espacio público del Barrio Vicoer de Rioja, con el nombre de Javier “Conejo” Benítez, tras una petición presentada por la Comisión Vecinal.

Javier “Conejo” Benítez fue un pilar fundamental para dicho barrio, reconocido por su compromiso con el mejoramiento del espacio público y su constante disposición para ayudar a sus vecinos. Según lo expresado por la comunidad, Benítez se destacó por su respeto, solidaridad y capacidad para resolver problemas, siempre trabajando para que la plaza fuera un lugar de encuentro y disfrute para niños y familias. Su legado de esfuerzo y dedicación hacia el bienestar colectivo quedará perpetuado en este espacio público, que ahora llevará su nombre como símbolo de gratitud y reconocimiento.

Tras haber cumplido el acto formal donde se descubrió la placa que lleva el nombre de la plaza y el número de ordenanza de su imposición y, luego de la bendición realizada por el sacerdote Ariel Cretaz, la jornada continuó con música en vivo y merienda, reflejando la alegría que caracterizaba a Javier Benítez.